Oración de la Virgen María Reina de la Paz de Medjugorje

Virgen María Reina de la Paz, Nuestra Señora de Medjugorje

POR FAVOR LEER CON

FE, esta es una oración impresionante, crée y serás bendecido/a.

Dice El Evangelio Según San Lucas 18:27 «Él dijo (refiriéndose al Señor): Lo imposible para los hombres, posible es para Dios.»

El problema con muchos de nosotros es que no creemos que Dios abrirá una ventana y derramará bendiciones y que no tendremos lugar para recibirlas. Él es fiel a su palabra. Dios no puede mentir y sus promesas son seguras. Él espera de nosotros actuemos con la AUDACIA QUE NOS DA LA FE DE SABERNOS HIJOS DE DIOS y desea de nosotros que cuando así actuemos NOS SUCEDA LO QUE NOS QUIERE TRANSMITIR EN «LA PARÁBOLA DEL PARALÍTICO DE CAFARNAÚM» «… Y vienen conduciendo a él un paralítico llevado por cuatro. Y como no pudiesen llevarlo hasta él por la afluencia de las turbas, destecharon el techo del sitio donde se hallaba Jesús, y por el boquete abierto descuelgan la camilla en que el paralítico estaba tendido.

Y como vio Jesús LA FE de aquellos hombres, (se refiere a los cuatro que llevaban al paralítico) dice al paralítico: HIJO, PERDONADOS SON TUS PECADOS. « «…Pues para que sepáis que tiene potestad el Hijo del hombre de perdonar pecados sobre la tierra, dice al paralítico: YO TE LO DIGO: LEVANTA, TOMA A CUESTAS TU CAMILLA Y MARCHA A TU CASA». Y se levantó, y al punto, cargando con su camilla, salió en presencia de todos, de suerte, que estaban todos fuera de sí y glorificaban a Dios, diciendo: NUNCA TAL VIMOS.»

Ahora es entonces que debemos hacer VER A JESÚS NUESTRA FE, ACTUAR CON LA AUDACIA QUE NOS DA LA FE, LEVANTARNOS, CARGAR CON NUESTRA CAMILLA (Nuestras debilidades e impedimentos) Y MARCHAR A CASA, GLORIFICANDO A DIOS AQUELLOS QUE NOS VEN Y NOSOTROS MISMOS.

POR ELLO DECIMOS TODOS JUNTOS Y CADA UNO: LA ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA REINA DE LA PAZ»

«MADRE, YO CONFÍO EN TÍ…»

¿Por qué te agitas y confundes ante los problemas de la vida?

Déjame el cuidado de tus cosas y todo te saldrá mejor. Cuando te abandones a MÍ de todo corazón, todo se resolverá con tranquilidad según los designios de MI HIJO. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos y dime con calma

MADRE YO CONFÍO EN TÍ. Evita las preocupaciones angustiosas y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después. No estropees mis planes queriéndome imponer tus ideas. Déjame a mí ser tu Madre y actuar con libertad. Abandónate confiadamente a MÍ. Reposa en MÏ y deposita en mis manos tu futuro. Dime con frecuencia MADRE YO CONFÍO EN TÍ. Lo que más daño te hace es tu razonamiento, tus propias ideas y querer resolver las cosas a tu manera. Cuando me dices MADRE YO CONFÍO EN TÍ no seas como el paciente que pide al médico lo cure pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos maternales, no tengas miedo. YO TE AMO. Si crees que las cosas empeoran o complican a pesar de tu oración, sigue aún, cierra los ojos del alma y confía aún más. Continúa diciéndome a toda hora. MADRE YO CONFÍO EN TÍ.  

 Necesito tener las manos libres para obrar. No me las ates con tus preocupaciones infantiles. El enemigo no quiere sino eso: agitarte, angustiarte y quitarte la PAZ. Confía en Mí, reposa en Mí, abandónate a Mí. Yo consigo de MI HIJO los milagros en proporción del abandono y la confianza que tú tengas en Mí. Así que no te preocupes, confíame todas tus angustias y quédate tranquilo, sólo dime a toda hora: MADRE YO CONFÍO EN TI. Vas a ver luego los milagros, te los estoy prometiendo porque soy tu Madre y te Amo.

 ¡Si supieras cuánto TE AMO llorarías de alegría!

Madre divina, Madre afable, Madre amorosa, Yo confío en Tí. Me abandono en Tí, me entrego a Tí, y dejo en tus manos todo aquello que necesito,

te ruego que si en algún momento me olvido y quiero imponer mi voluntad sobre la tuya, Sea en mí según la Palabra de Tu Hijo, Mi Señor Jesucristo. Madre Yo Confío en Tí , elevo hasta tí una oración de súplica de bendiciones no solamente para la persona que me envió esto, también para mí y para todos a los que he de remitir este mensaje y para mis enemigos que no saben lo que hacen. Y que la fuerza de la unión en la oración por los que creen y confían en ti sea más poderosa que cualquier otra cosa. Madre envíanos la sabiduría del Espíritu Santo para que podamos ser buenos administradores de sus dones y sepamos multiplicarlos y repartirlos entre aquellos que nos cruzas en el camino.