Adviento

ADVIENTO



 

Queridos hermanos ha comenzado el Adviento. Es el tiempo de la esperanza. Esperamos y confiamos y queremos al Dios que viene a salvarnos. Pero tener esperanza no significa ser ilusos. Tener esperanza es confiar en Dios y luchar para que el Reino de Dios se haga presente.

La Iglesia, para comenzar el año litúrgico, celebra la llegada de Cristo con los hombres con una gran fiesta a la cual llamamos Navidad . Esta fiesta es tan importante para los cristianos que la Iglesia, antes de celebrarla, prepara a sus hijos durante el período conocido como Adviento. Ya desde tiempos remotos la Iglesia acostumbra tener esta preparación.

Cada año, por estas fechas (fines de noviembre), comenzamos a recordar los sucesos más importantes del plan de salvación de Dios para el hombre y, claro está que el primero de ellos es el Nacimiento de Jesucristo: la hermosa fiesta de Navidad.

La redención del hombre se debe a la muerte y Resurrección de Jesús, es decir a la

Pascua, pero es lógico celebrar el inicio de esa gran manifestación del amor de Dios, o sea, su venida al mundo,  «Adviento».

Navidad y Adviento no son fiestas independientes. El Adviento nació como tiempo de

preparación para celebrar la fiesta de la Navidad, igual que la Cuaresma respecto a la Pascua.

La palabra Adviento, como se conoce este periodo, significa «llegada» y claramente indica el espíritu de vigilia y preparación que los cristianos deben vivir. Al igual que se prepara la casa para recibir a un invitado muy especial y celebrar su estancia con nosotros, durante los cuatro domingos que anteceden a la fiesta de Navidad, los cristianos preparan su alma para recibir a Cristo y celebrar con Él su presencia entre nosotros.

En este tiempo es muy característico pensar: ¿cómo vamos a celebrar la Noche
Buena y el día de Navidad? ¿con quién vamos a disfrutar estas fiestas? ¿qué
vamos a regalar? Pero todo este ajetreo no tiene sentido si no consideramos que
Cristo es el festejado a quien tenemos que acompañar y agasajar en este día. Cristo quiere que le demos lo más preciado que tenemos: nuestra propia vida; por lo que el período de Adviento nos sirve para preparar ese regalo que Jesús quiere, es decir, el adviento es un tiempo para tomar conciencia de lo que vamos a celebrar y de reparación espiritual.

Durante el Adviento los cristianos renuevan el deseo de recibir a Cristo por
medio de la oración, el sacrificio, la generosidad y la caridad con los que nos
rodean, es decir, renovarnos procurando ser mejores nuestra vida para recibir a Jesús.

La gran verdad: necesitamos a Dios, que él venga. Nosotros somos humanos,
egoístas, insolidarios, con él todo es más fácil, Le necesitamos. Necesitamos
que El venga a nuestros corazones.


Formas de vivir el adviento:

  •  Compartir con los más pobres y necesitados
  •  Visitar enfermos
  •  Sed muy familiares, reuniéndonos y teniendo una actitud muy positiva.
  •  Rezar conserenidad cada día
  •  Poned el Belén y contemplad el Niño Dios .María y José y cada uno de los personajes.
  • Tener creatividad para hacer el bien, a los más olvidados.
  • Sed austeros en el gasto
  •   Vivir muy de cerca la actitud de María
  • Una buena confesión.
  • sed felices, en la intimidad con Dios. Nos ama tanto.

Significado del Adviento:  Al celebrar la Iglesia el Adviento,te invita a meditar en la venida del Señor. Esta venida se nos presenta en tres dimensiones:


Adviento Histórico. Es la espera en 
que vivieron los pueblos que ansiaban la venida del Salvador. Va desde Adán hasta la encarnación, abarca todo el Antiguo Testamento.

·
Adviento Místico. Es la preparación moral del hombre de hoy a la venida del Señor. Es un Adviento actual. Es tiempo propicio para la evangelización y la oración que dispone al hombre, como
persona, y a la comunidad humana, como sociedad, a aceptar la salvación que viene del Señor. Jesús es el Señor que viene constantemente al hombre.


Adviento Escatológico. Es la preparación a la llegada definitiva del Señor, al final de los tiempos, cuando vendrá para coronar definitivamente su obra redentora, dando a cada uno según sus obras. La Iglesia invita al hombre a no esperar este tiempo con temor y angustia, sinocon la esperanza de que, cuando esto ocurra, será para la felicidad eterna del hombre que aceptó a Jesús como su salvador.

Esta celebración manifiesta cómo todo el tiempo gira alrededor de Cristo, el
mismo ayer, hoy y siempre;
Cristo el Señor del tiempo y de la Historia.

 El tiempo de Adviento

Comienzo: El AdvientoEl adviento es el primer periodo del año litúrgico cristiano, que consiste en un tiempo de preparación para el nacimiento de Cristo. Su duración puede variar de 21 a 28 días, dado que se celebran los cuatro domingos más próximos a la festividad de Navidad. Los fieles lo consideran un tiempo de reflexión y de perdón.

Durante el adviento, se coloca en las iglesias y también en algunos hogares una corona de ramas de pino, llamada corona de adviento, con cuatro velas, una por cada domingo de adviento. Hay una pequeña tradición de adviento: a cada una de esas cuatro velas se le asigna una virtud que hay que mejorar en esa semana, por ejemplo: la primera, el amor; la segunda, la paz; la tercera, la tolerancia y la cuarta, la fe
ESTE AÑO 2012 el domingo 2 DE Diciembre

Término: Adviento viene de adventus, venida, llegada,  próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre. Forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.

Color: La Liturgia en este tiempo es el morado.

Sentido: El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.

Duración: 4 semanas 

Partes: Se puede hablar de dos partes del Adviento:

a) desde el primer domingo al día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos;

b) desde el 17 de diciembre al 24 de diciembre, es la llamada «Semana Santa» de la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad.

Personajes: Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesias ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús.

 

Son
cuatro los temas que se presentan durante el Adviento:


I Domingo 

La vigilancia en espera de la venida del Señor. Durante esta primer semana las lecturas bíblicas y la predicación son una invitación con las palabras del Evangelio:

«Velen y estén preparados, que no saben cuándo llegará el momento».
Es importante que, como familia nos hagamos un propósito que nos permita
avanzar en el camino hacia la Navidad; ¿qué te parece si nos proponemos revisar
nuestras relaciones familiares? Como resultado deberemos buscar el perdón de
quienes hemos ofendido y darlo a quienes nos hayan ofendido para comenzar el
Adviento viviendo en un ambiente de armonía y amor familiar. Desde luego, esto
deberá ser extensivo también a los demás grupos de personas con los que nos
relacionamos diariamente, como la escuela, el trabajo, los vecinos, etc.
Esta semana, en familia al igual que en cada comunidad parroquial, encenderemos
la primer vela
de la Corona de Adviento, color morada, como signo de
vigilancia y deseos de conversión.


II Domingo

La conversión, nota predominante de la predicación de Juan Bautista. Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a reflexionar con la exhortación del profeta Juan Bautista:

«Preparen el camino, Jesús llega» y, ¿qué mejor manera de prepararlo
que buscando ahora la reconciliación con Dios? En la semana anterior nos
reconciliamos con las personas que nos rodean; como siguiente paso, la Iglesia
nos invita a acudir al Sacramento de la Reconciliación (Confesión) que nos
devuelve la amistad con Dios que habíamos perdido por el pecado. Encenderemos
la segunda vela
morada de la Corona de Adviento, como signo del proceso
de conversión que estamos viviendo.


III Domingo 

El testimonio, que María, la Madre del Señor, vive, sirviendo y ayudando al prójimo. Coincide este domingo con la celebración de la Virgen de Guadalupe, y precisamente la liturgia de Adviento nos invita a recordar la figura de María, que se
prepara para ser la Madre de Jesús y que además está dispuesta a ayudar y
servir a quien la necesita. El evangelio nos relata la visita de la Virgen
a su prima Isabel y nos invita a repetir como ella:

«Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?.

Sabemos que María está siempre acompañando a sus hijos en la Iglesia, por lo que nos disponemos a vivir esta tercer semana de Adviento, meditando acerca del papel
que la Virgen María desempeñó. Te proponemos que fomentes la devoción a
María, rezando el Rosario en familia, uno de los elementos de las tradicionales
posadas, que inician el próximo día 16. Encendemos como signo de
espera gozosa, la tercer vela, color rosa, de la Corona de Adviento.

IV Domingo

El anuncio del nacimiento de Jesús hecho a José y a María. Las lecturas bíblicas y la predicación, dirigen su mirada a la disposición de la Virgen María, ante el anuncio del nacimiento de su Hijo y nos invitan a «Aprender de María y aceptar a Cristo que es
la Luz del Mundo». Como ya está tan próxima la Navidad, nos hemos
reconciliado con Dios y con nuestros hermanos; ahora nos queda solamente
esperar la gran fiesta. Como familia debemos vivir la armonía, la fraternidad y
la alegría que esta cercana celebración representa. Todos los preparativos para
la fiesta debieran vivirse en este ambiente, con el firme propósito de
aceptar a Jesús en los corazones, las familias y las comunidades. Encendemos
la cuarta vela
color morada, de la Corona de Adviento.

 

La Corona de Adviento

Origen: La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica. La corona está formada por una gran variedad de símbolos:

La forma circular: El círculo no tiene principio ni fin. Es señal
del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro
amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.

Las ramas verdes: Verde es el color de esperanza y vida, y
Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria
eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras vidas
debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.

Las cuatro velas: Nos hace pensar en la obscuridad
provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la
primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación
que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las tinieblas
se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la
cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo.
Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una,
durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.

Las manzanas rojas que adornan la corona representan los frutos del
jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron
también la promesa del Salvador Universal.

El listón rojo representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios
que nos envuelve.

Los domingos de adviento la familia o la comunidad se reúne en torno a la
corona de adviento. Luego, se lee la Biblia y alguna meditación. La corona se
puede llevar al templo para ser bendecida por el sacerdote.

 

Sugerencias

a)
Es preferible elaborar en familia la corona de Adviento aprovechando este momento para motivar a los niños platicándoles acerca de esta costumbre y su significado.

b)
La corona deberá ser colocada en un sitio especial dentro del hogar, de
preferencia en un lugar fijo donde la puedan ver los niños de manera que ellos
recuerden constantemente la venida de Jesús y la importancia de prepararse para
ese momento.

c)Es conveniente fijar con anticipación el horario en el que se prenderán lasvelas. Toda esta planeación hará que las cosas salgan mejor y que los niños vean y comprendan que es algo importante. Así como con anticipación preparamos la visita de un invitado importante, estamos haciendo esto con el invitado más importante que podemos tener en nuestra familia. 

d)
Es conveniente también distribuir las funciones entre los miembros de la
familia de modo que todos participen y se sientan involucrados en la ceremonia.

 Bendición de la Corona de Adviento

En algunas parroquias o colegios se
organiza la bendición de las coronas de Adviento.
Si no se pudo asistir a estas celebraciones, la puede llevar a cabo el papá o
la mamá con la siguiente oración:

Señor Dios
bendice con tu poder nuestra Corona de Adviento para que, al encenderla, despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo  practicando las buenas obras, y para que así,
cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Todos: Amén.

(Fuente:
Lectio Divina ; parroquiabienservida.es ; http://www.rosario.org.mx)

Esta entrada fue publicada en jesus, Ritos y Sacramentos y etiquetada , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario